Un banner es tipo de publicidad digital que se utiliza en Internet, que aparecen en el interior de las páginas web y actúan de un modo similar al de las vallas publicitarias en la publicidad convencional.
Por lo general, la mayoría de webs reservan espacios en blanco con unas medidas específicas para la colocación de banners, los cuales resultan bastante llamativos y captan la atención de los usuarios, caracterizándose por recibir elevados porcentajes de clics.
Normalmente el banner publicitario combina imágenes, texto e incluso sonidos y elementos interactivos en el mismo anuncio y, al clicar sobre él, el usuario es redirigido a la web del anunciante.
Cada vez más presentes y con una mayor importancia en el mercado de la publicidad online, a día de hoy los banners publicitarios generan más ingresos que la publicidad a través de redes de afiliados y en motores de búsqueda (SEA).
Están presentes en prácticamente cualquier web que busca monetizar a través de la publicidad, y especialmente en aquellas webs que reciben más tráfico.
Índice
Toggle¿Qué tipos de banners existen?
Son los servidores de anuncios los que constituyen la infraestructura técnica de los banners, diferenciando entre servidores de anuncios locales y servidores de anuncios remotos. Además, cuando un usuario visita una misma web varias veces al cabo del día, es probable que se encuentre un banner diferente en cada visita.
Asimismo, existen diferentes tipos de banners, los cuales cuentan con tamaños diferentes y tienen distintos efectos sobre los usuarios:
Y entre ellos, destacan tres tipos de banners publicitarios; fijos o integrados, expandibles y flotantes:
Banners fijos o integrados:
Estos banners mantienen una posición fija dentro de la web, y pueden ser rectangulares, robapáginas o rascacielos.
– Banners rectangulares: es el tipo de banner más habitual, y tiene una orientación horizontal. En la mayoría de casos aparece en la parte superior de la web, y puede ser un medio banner (234×60 o 234×90 píxeles), un banner estándar (468×60 píxles) o un megabanner (más de 900 píxeles).
– Robapáginas: estos se integran dentro del diseño de la web, y resultan bastante intrusivos para los usuarios. Suelen aparecer al lado de un cuerpo de texto, y pueden tener un formato horizontal o vertical, con un tamaño que va desde los 300×250 píxeles a los 300×600 píxeles.
– Rascacielos: son banners rectangulares con formato vertical, que suelen aparecer en las laterales de la web.
Banners expandibles:
Este tipo de banners tienen unos formatos parecidos, con la particularidad de que estos pueden ampliarse en la pantalla, ocupando un tamaño que varía según las características de la página en la que aparezca. Aquí, el banner se despliega al entrar a la web o cuando el puntero del ratón pasa por encima del banner. Para evitar que puedan resultar excesivamente molestos, lo ideal es que incluyan un botón para cerrarlo.
Banners flotantes:
Por último, están los banners flotantes, que se diferencian de los anteriores en que no cuentan con una posición fija en la web, sino que van desplazándose a lo largo de la página. Hay dos tipos de banners flotantes:
– Banner intersticial: estos banners ocupan toda la pantalla, y destacan por captar la atención del usuario de un modo muy eficaz. El problema es que resultan bastante intrusivos, por lo que no deben utilizarse en exceso.
– Banner layer o capa: estos banners cuentan con una imagen animada, la cual se mueve a través del contenido de la web.
¿Los banners tienen relevancia a nivel SEO?
Por lo general, los banners se integran mediante scripts que los rastreadores de los buscadores no pueden interpretar. No debería ser un problema si un crawler encuentra partes de scripts en un documento HTML, pero, los algoritmos de los motores de búsqueda valoran el número de los scripts en función del contenido real.
Esto significa que, si una web está compuesta a base de banners, los motores de búsqueda la considerarán spam, lo que significa que no la incluirían en el índice, llegando incluso a penalizarla.
Por otro lado, los banners publicitarios pueden afectar negativamente a la usabilidad y la experiencia de usuario, especialmente si estos son excesivos. En ese caso, es probable que abandonen la web rápidamente, lo que aumentaría la tasa de rebote y afectaría negativamente al posicionamiento.